Hace unos cuantos días Kika llego a nuestra casa. Era una gatita juguetona y muy cariñosa, sin olvidar mencionar que era una atigradita café hermosa.
Me refiero así a ella, ya que el día de hoy se tuvo que dormir.
Presentó hoy en la madrugada su andar lento y desviado, posteriormente al dejarse caer al suelo, levantarse, caminar y dejarse caer desmayada.
Se llevó al veterinario, la canalizó y me dijo que no se veía mejora alguna, conforme pasaba el tiempo empeoraba más.
Llegó al grado de ya no moverse y soló quejarse, entró en un estado de letargo del que salía a ratos con mucho trabajo y recaía en el mismo.
Me dijo mi veterinaria que no se podía hacer más por ella que su enfermedad era a nivel neurológico, que iría empeorando cada vez más hasta que muriera de forma lenta y dolorosa por lo cual habría que dormirla y evitaría sufrimiento innecesario.
Todo esto derivó de problemas neurológicos que ya traía la gatita, que no fueron visibles hasta hoy que los manifestó.
La gatita fue rescatada del antirrábico, su dueña la tenía con otras 6 gatitas de su misma edad y su hermana mayor, en una jaula para pájaros chica -desconozco que numero de Camada que serian ella y sus hermanas- ya que manifestaba que su gata no estaba esterilizada y ya estaba de "encargo otra vez" y las había dejado por salirse de "loca con los gatos".
No voy a juzgarla, ya que la Sra. se veía que no tenía educación y que era fácilmente manipulable y creía en muchos de los mitos con respecto a la esterilización de su gata.
Con la muerte de Kika me queda un nudo en la garganta, fue poco el tiempo que vivió pero vivió bien, rodeada de otros gatos que la adoptaron como su hermanita y tuvo una mamá adoptiva que le dio lechita
y limpiaba junto con sus otros bebés.
Hagamos conciencia nosotros como protectores de animales que somos, difundiendo la esterilización y la adopción responsable, el no abandono de mascotas, el no al maltrato animal.
Que otros gatitos no pasen por lo que paso a Kika, que iba a ser ahogada desde su nacimiento por que no era mascota deseada por sus dueños, un dejo de conciencia impidió a la dueña hacer lo que su consuegra le decía, las dejo vivir.
Kika siempre te recordaremos.
